Llego unos días tarde, pero llego para felicitaros el Año Nuevo 2016 a todos.
Llego ya sin excusas, justo después de la última semana del periodo vacacional de estas Navidades recién pasadas, para recordaros que ahora es el momento de poner en marcha todos esos propósitos CardioSaludables de Año Nuevo.
Dado que estas fechas señaladas son distinguidas en cuanto a la alimentación ya que tradicionalmente en todas las casas se saca lo mejor de la despensa y en cantidades más o menos grandes, y teniendo en cuenta que suele ser un periodo más bien sedentario (por ser vacaciones, por estar en familia y a menudo fuera de casa, etc.), es evidente que suele haber un balance positivo en cuanto a coger algunos kilos de peso.
Anunciadas ya las dos razones fundamentales por las que se engorda, que son ni más ni menos los dos factores clave de la balanza “ingresos” y “gastos”, para engordar uno traga más de la cuenta y/o se mueve menos de la cuenta. No os podéis imaginar la cantidad de excusas que tienen engañada a mucha gente y la mantienen con sobrepeso u obesidad, excusas del tipo “el aire me engorda” – será porque tiene dientes en la nariz también – , “solo ceno un yogourt” – ¿de un litro del Lidl y con bacon? – , “retengo líquidos” – si, porque los riñones enterrados en grasa funcionan peor – , “yo no como para engordar” – ya, es que por lo general, el que come para engordar le cuesta lograrlo – , “es por el hipotiroidismo” – claro, y las pastillas de la tiroides se toman con pan, no con agua -, etc…
La primera recomendación que doy es hacer autocrítica para conocer y asumir lo que está sucediendo y así luego caer en la cuenta de cual es el remedio, que pasa por equilibrar de nuevo la balanza “ingresos” y “gastos”.
En cuanto a la dieta, se deben suprimir las cosas que empiecen por “pa-“, como “pan, pasteles, patatas, patés, panceta…”, y comer más “verde”. La dieta mediterránea con moderación es buen ejemplo de una dieta sana y equilibrada, rica en todos los nutrientes esenciales para el organismo. Alguna vez alguien me preguntó por “las 5 comidas al día” ante lo cual pregunté yo “¿5 chuletones? ¿5 fabadas?”; el número de comidas al día no importa, salvo casos en que haya determinadas enfermedades que obliguen a un control estrecho de la dieta, pero en todo caso lo que cuenta son el total de las calorías ingeridas, que es lo que hay que vigilar y restringir.
Siempre es recomendable beber 2 litros de agua al día para todos, excepto casos médicamente particulares. Y si a alguien se le ocurre dar una excusa tan importante como “no tengo sed”, yo le contestaré “el hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed y que habla sin tener nada que decir, por tanto es igualmente importante que vaya usted al chino de la esquina y compre SED”.
En lo que a la actividad física concierne, no son necesarios entrenamientos extremos… Os animo a que además de apuntaros al gimnasio, ¡vayáis!, o incluso sin necesidad de apuntarse a nada, que simplemente salgáis a caminar durante 45 o 60 minutos diarios a la calle a un ritmo al que cueste mantener una conversación con quien vaya a tu lado, como decía mi profesor de Cardiología de la Facultad de Santiago (el Dr. J.R.G.J.).
Con esto cumpliéndose ya para todos, me despido hasta mi siguiente entrada. ¡Feliz y CardioSaludable 2016! Y no olvidéis que con Salud se está mejor haya o no otras cosas.
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